5 de junio, Día Mundial del Ambiente: Hacia una nueva normalidad ambientalmente sostenible y resiliente
“Mira profundamente en la naturaleza y entonces comprenderás todo mejor.”
Albert Einstein
Asociada, Práctica de Derecho Ambiental
El 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, con el objetivo de sensibilizar a la población mundial en relación a temas ambientales. La fecha coincide con el inicio de la Conferencia de Estocolmo en 1972, cuyo tema principal fue precisamente el Medio Ambiente y así fue proclamada esta efeméride por la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Este año bajo el eslogan La Hora de la Naturaleza, el Día Mundial del Ambiente será la oportunidad para llamar a ciudadanos, empresas, organizaciones y gobiernos alrededor del mundo el rol de la biodiversidad para mantener la salud de las personas y el planeta en el centro de los planes de recuperación pos-COVID-19.
La crisis sanitaria mundial ha puesto en evidencia que el bienestar y la seguridad de nuestra sociedad está intrínsecamente ligada a la salud de los ecosistemas: limpian nuestro aire, purifican nuestra agua, reducen la ocurrencia de desastres y aseguran la disponibilidad de alimentos nutritivos, medicinas y materias primas. La ciencia ha demostrado que la devastación de las áreas silvestres y la pérdida de biodiversidad han aumentado la exposición de los humanos a patógenos que permanecían aislados, lo cual ha incrementado el riesgo de enfermedades zoonóticas.
En la actualidad, somos testigos de una pérdida de biodiversidad sin precedentes en la historia de la humanidad: incendios forestales en Brasil, California y Australia, invasiones de langostas en África, la desaparición de arrecifes de coral, y una serie de brotes de enfermedades zoonóticas muestra que la salud del planeta está vinculada a nuestra salud. Las causas de la pérdida de biodiversidad están relacionadas estrechamente con la actividad humana:
La deforestación por la demanda de alimentos y recursos, cambiando los patrones de uso del suelo y destruyendo los hábitats naturales en todo el mundo. Alrededor de 26% de la tierra sin hielo del planeta se utiliza para el pastoreo de ganado y 33% de las tierras de cultivo se dedican a la alimentación del ganado.
La sobreexplotación de los recursos por parte de las personas, incluida la pesca , la tala y la caza ilegal de animales silvestres.
El cambio climático y el aumento del clima extremo provocan la pérdida y degradación del hábitat. Por ejemplo, el calentamiento de los mares está derritiendo el hielo marino y la acidificación de los océanos blanquea los arrecifes de coral.
La contaminación, alrededor de 5 billones de piezas macro y microplásticas flotando en el océano que representan de 60% a 90% de los desechos marinos.
Si bien el panorama no es alentador, es tiempo de ejercitar nuestra creatividad para generar mayor resiliencia a los desafíos ambientales y apoyarnos en la naturaleza para generar soluciones. La UICN define las soluciones basadas en la naturaleza como todas aquellas acciones que se apoyan en los ecosistemas y los servicios que estos proveen, para responder a diversos desafíos de la sociedad como el cambio climático, la seguridad alimentaria o el riesgo de desastres naturales.
A continuación, se plantean algunas acciones claves que podemos implementar en nuestras empresas y que pueden ser guía para incentivar acciones en nuestros hogares y a nivel comunitario:
Desarrollar iniciativas que permitan que los empleados, miembros del equipo de trabajo, tomen conciencia y acciones en torno a la visión medioambiental de la empresa. Tener oportunidades formativas permiten el desarrollo de una mayor sensibilidad y compromiso con las iniciativas empresariales, y posibilitaría que cada uno tome acciones a favor del medio ambiente.
Tomar conciencia sobre el impacto de las acciones de nuestra empresa en el ambiente y tomar acciones que pueden ser correctivas o preventivas, por ejemplo haciendo los cálculos de la huella ambiental de las actividades de la empresa e identificando cuáles indicadores pueden mejorarse.
Las labores de una empresa implican el consumo de recursos, no solo para desarrollar productos y servicios, sino también para las labores de operaciones y gestión. Entre los recursos que pueden mencionarse están el uso eficiente de energía, utilizando los equipos que tienen un menor consumo para las tareas que debemos llevar a cabo y las necesidades de cada área.
Reduciendo el consumo se disminuirá la cantidad de desechos que se producen y la energía para consumirlos. Desde pensar dos veces la cantidad de fotocopias e informes impresos y hasta implementar herramientas digitales en los procesos, son detalles que pueden incidir favorablemente en el medioambiente.
Las crisis también brindan grandes oportunidades, es por ello que la pandemia de COVID-19 es una llamada de urgencia para atender su principal causa: el impacto de las actividades humanas en la biodiversidad. Es hora de reinventar nuestra relación con la naturaleza y ponerla en el centro de nuestra toma de decisiones, en aras de construir una nueva normalidad sostenible y resiliente.
Fuentes de referencia: