¡Contribuyentes al borde de un ataque de nervios!


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Durante los últimos meses, el gobierno ha transformado su preocupación por la no aprobación de la reforma tributaria y la difícil situación fiscal que atraviesa el país en acciones concretas: operativos de control fiscal para detectar operaciones de contrabando, noticias y grandes titulares sobre casos de fraude fiscal y en especial una comunicación más agresiva de la administración tributaria con los contribuyentes.

Tal vez usted es uno de los que ha recibido los temidos correos de la administración tributaria diciéndole que ya analizó su situación fiscal y que le “recomienda” que haga las correcciones necesarias. Sabemos que a muchos esto les ha quitado el sueño porque no saben si realmente han hecho algo indebido.

¿Debe contestar estos comunicados? ¿Están a punto de aplicarle una sanción? ¿Quedó su empresa en la “lista negra” de los próximos auditados?

Detengámonos un momento, respiremos y pongámonos manos a la obra. Aplicando algunas buenas prácticas puede lograr una buena comunicación con Tributación, darle seguridad a su negocio y dormir con tranquilidad.

¡Cuidado! Hay lobos con piel de oveja

Aunque suene como a canción de plancha, hay muchos lobos con piel de oveja rondando por ahí. Son personas que se aprovechan de este ambiente de tensión tributaria para estafar a aquellos a los que les gana el susto de recibir una comunicación sobre algún tema fiscal. El nuevo timo es hacerse pasar por funcionario de Tributación para obtener información sensible de su negocio. ¿Recuerda el cuidado que hay que tener con los datos personales? Pues este es un excelente momento para hacer el mejor manejo posible de la información sensible de su empresa.

Tome en cuenta que ningún funcionario de la administración tributaria le solicitará información confidencial de su negocio sin que exista un procedimiento administrativo de por medio. Por esta razón no le dé las claves de acceso a la plataforma virtual del Ministerio de Hacienda a nadie que se las esté solicitando. Hacerlo podría ponerle en bandeja a estos “lobos” su biografía tributaria, información de contacto, declaraciones presentadas, consultas, e incluso detalles de algunos procedimientos administrativos. En caso de duda, pida que le envíen todo por los medios usuales en que la administración tributaria se comunica: notificación física o correo electrónico.

Establezca un protocolo de comunicaciones con Hacienda y Tributación

Verifique que todo esté en orden. Empiece revisando si la información de contacto que su empresa tiene registrada ante Tributación es la correcta. Si no la ha actualizado y le envían alguna comunicación a la dirección anterior, legalmente se considera que fue enviada correctamente y su empresa podría estar perdiendo notificaciones o incluso exponerse a sanciones por no cumplir con requerimientos.

Defina interlocutor y protocolo. Debe haber una o más personas asignadas para atender cualquier comunicación o visita relacionada con el Ministerio de Hacienda o la Dirección General de Tributación y tener un protocolo por si se recibe alguna comunicación. Esta persona debería tener suficiente conocimiento del negocio y un buen manejo de las relaciones públicas. 

Capture el mensaje y transmítalo con rapidez. El interlocutor debe transmitir los mensajes clave a la dirección de la empresa para que pueda actuar de forma rápida y efectiva. Si no se siente cómodo dándole esta función a alguien dentro la organización, piense si un tercero de confianza podría ser una opción. Un segundo par de ojos nunca está de más y mejor aún si se trata de cómo atender las comunicaciones de entidades de gobierno.

Utilice los canales de comunicación correctos y hable el mismo idioma

Existen varias vías para interactuar con la Administración Tributaria según la necesidad del contribuyente. Sin embargo, no todas las empresas las conocen y prefieren quedarse con la duda con tal de no llamar al “coco”.

No se quede con la duda, existen opciones para hacer consultas generales e informales por teléfono y correo electrónico que usualmente son atendidas por personas con conocimientos básicos suficientes. Por otro lado también está la opción de hacer solicitudes formales a la Administración Tributaria cuando se tiene un caso concreto y específico que debe resolverse.

Finalmente, hay procedimientos ya establecidos para que Tributación aclare si la información tributaria que la empresa mantiene es correcta, e incluso para solicitar compensaciones y devoluciones. Su empresa podría tener créditos fiscales que no ha aprovechado por el temor de acercarse a la Administración Tributaria para aclarar su situación.

Haga valer sus derechos como contribuyente. ¡Piérdale el miedo a tener una relación cercana con la administración tributaria y a que con ello mejore la gestión de su negocio!

 
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