Cuando no calienta el sol: negocios a prueba de Luisito Rey

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“El asunto del dinero me saca del mundo en el que quiero vivir: el mundo de la música y de mis cosas. Todo lo económico se lo dejo a mi padre. Él se ocupa de mis negocios.” — Luis Miguel.

El villano más popular de las últimas semanas no parece salido de ninguna historia de ficción, partido político, ¡o chiste de abogado!

Por el contrario, Luisito Rey, padre y mánager del cantante Luis Miguel fue de carne y hueso y se ha convertido en el villano de moda gracias a la popularidad de la serie Luis Miguel en Netflix.

Quienes no lo conocíamos nos hemos topado un empresario controlador y posesivo que gerenció los inicios de la carrera de su hijo de manera abusiva, inmoral y hasta ilegal con la excusa de poder sacar a su familia de la pobreza.

Pero no hace falta conocer ningún cantante famoso para saber que la actitud de Luisito Rey ronda en muchas empresas. Hemos visto su reencarnación empresarial en aquel socio que saca beneficio individual de las circunstancias sin importar las consecuencias, o en el gerente que no se sintió valorado y decidió “ajustar” la contabilidad para ocultar un desvío de fondos a su cuenta bancaria personal.

¿Cómo podemos proteger nuestro negocio del espíritu de Luisito Rey?

Confíe, pero verifique

Este dicho ruso era un principio que aplicaba el presidente Ronald Reagan y que le hubiera sido valioso a Luis Miguel en su relación con Luisito Rey.

Muchas personas deciden iniciar un negocio por la confianza que se tienen. Sin embargo, pocas compañías tienen mecanismos para verificar que todos estén cumpliendo lo que acordaron. Por ejemplo, ¿sabe usted quiénes son los socios en su empresa?

La pregunta puede sorprenderle, pero lo cierto es que en muchas empresas familiares y con socios minoritarios, la comunicación y transparencia en la toma de decisiones es la excepción y no la regla. ¿Quién se hubiera imaginado que Luisito Rey puso todo a nombre de su hijo para luego ponerlo en una posición de delincuente y evasor de la justicia?

Es por eso que es recomendable tener conocimiento de los principales contratos, ingresos y gastos del negocio. Los administradores de una sociedad están obligados a tener un deber de "diligencia y lealtad", lo cual significa que siempre deben buscar el mejor interés de la empresa y el de cada uno de los accionistas.

Sepa que como socio, en cualquier momento puede examinar todos los documentos que comprueben el estado de la sociedad y que tiene derecho a ver los documentos de cualquier negocio donde se esté comprando, vendiendo o dando en garantía el 10% o más del valor de los bienes de la compañía.

Establezca reglas internas claras

Ya sea un cantante de éxito mundial o una emergente empresa exportadora, es vital tener reglas internas sobre cómo manejar la actividad comercial. Esto se conoce como políticas de gobierno corporativo y son principios y reglas de conducta que buscan potenciar la organización con una buena gestión de riesgos.

Las políticas de gobierno corporativo varían según el tipo de negocio, industria y circunstancias específicas que tenga la empresa, por lo que es recomendable hacer un diagnóstico con su equipo legal de confianza.

En Costa Rica, es obligatorio tener una política de gobierno corporativo. Aquí algunas sugerencias de contenido mínimo:

Defina cómo se toman las decisiones

Ni Luisito Rey ni LuisMi podían hacer siempre lo que querían, ni todos los socios de una empresa tienen voz y voto en todo. ¿Cuáles decisiones toma quién y por qué? ¿Cuál es el proceso de toma de decisión más eficiente y transparente para el negocio?

Identifique la relación ideal entre la compañía y las personas con quienes se relaciona. Por ejemplo, ¿qué reglas debería tener la empresa con respecto a empleados, familiares, proveedores y clientes? Si se contrata familiares, ¿aplica las mismas reglas que para otros? ¿Cuándo se debería tratarse diferente a un cliente o proveedor?

Repase cómo lidiar con conflictos de interés

Si algún socio, gerente, miembro de la Junta Directiva o persona relacionada con ellos va a comprar o vender algo con la compañía, o quiere prestar o recibir un préstamo de la sociedad, es vital que no se involucre en la decisión de la empresa, ya que tiene conflicto de interés. En estos casos, establezca como obligatorio que se informe antes a la Junta Directiva y si se aprueba, que se mencione esa decisión en el informe anual que presentan los administradores a los socios.

Conozca y revise transacciones importantes

Si la empresa va a comprar, vender o dar en garantía para un préstamo el 10% o más del valor de sus bienes, la decisión debe aprobarse previamente por la Junta Directiva y también se deberá incluirse en el informe anual de los administradores.

Si sospecha, protéjase

En la serie, cuando Luis Miguel se debate si encarar o no a su papá por los problemas en los que lo ha metido, el mánager argentino Hugo López le dice: Nadie nunca se arrepiente de ser valiente.

Si aplicamos el mismo principio a la vida empresarial, todos los dueños de empresas deben saber qué derechos tienen para defenderse en situaciones irregulares.

Por ejemplo, si para ejercer alguno de sus derechos es relevante ver un documento que no está disponible, puede pedirle a un juez que le ordene a quien corresponda la presentación de ese documento.

Por otro lado, si sospecha de algo más grave y es dueño de al menos un 10% de la compañía o puede juntar a socios que representen ese porcentaje, también puede acudir a un juez para que ordene una auditoría completa de la sociedad, aunque usted sea quien la deba pagar.

Como en el caso de Luis Miguel, iniciar una actividad comercial con otros implica riesgo. La confianza en sus socios siempre debe ir de la mano con reglas claras y maneras de manejar los riesgos inherentes.

¿Qué hacer si constantemente tenemos diferencias de opinión o dudamos de las intenciones del otro? Convierta su odio por el villano de moda en una oportunidad para que el detestable espíritu de Luisito Rey nunca le afecte su empresa.

Anímese a transformar su gobierno corporativo e impulse el éxito de su empresa, ¡así como La Incondicional catapultó la carrera de Luis Miguel!